jueves, 1 de julio de 2010

La leyenda del Ceibo


"Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí, quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera.
La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento."

La leyenda del Pehuen (=Araucaria)


"Desde siempre Nguenechén hizo crecer el pehuén en grandes bosques, pero al principio las tribus que habitaban eses tierras no comían los piñones porque creían que eran venenosos.
Al pehuén o araucaria lo consideraban árbol sagrado y lo veneraban rezando a su sombra, ofreciéndole regalos: carne, sangre, humo, y hasta conversaban con él y le confesaban sus malas acciones. Los frutos los dejaban en el piso sin utilizarlos.
Pero ocurrió que en toda la comarca hubo unos años de gran escasez de alimentos y pasaban mucha hambre, muriendo especialmente niños y ancianos. Ante esta situación los jóvenes marcharon lejos en busca de comestibles: bulbos de amancay, hierbas, bayas, raíces y carne de animales silvestres. Pero todos volvían con las manos vacías. Parecía que Dios no escuchaba el clamor de su pueblo y la gente se seguía muriendo de hambre.
Pero Nguenechén no los abandonó... Y sucedió que cuando uno de los jóvenes volvía desalentado, se encontró con un anciano de larga barba blanca.
- ¿Qué buscas, hijo? -le preguntó
- Algún alimento para mis hermanos de la tribu que se mueren de hambre. Por desgracia no he encontrado nada.
- Y tantos piñones que ves en el piso bajo los pehuenes, ¿no son comestibles?
- Los frutos del árbol sagrado son venenosos, abuelo -contestó el joven.
- Hijo, de ahora en adelante los recibiréis de alimento como un don de Nguenechén. Hervidlos para que se ablanden, o tostadlos al fuego y tendréis un manjar delicioso. Haced buen acopio, guardadlos en sitios subterráneos y tendréis comida todo el invierno.
Dicho esto desapareció el anciano. El joven siguiendo su consejo recogió gran cantidad de piñones y los llevó al cacique de la tribu explicándole lo sucedido. Enseguida reunieron a todos y el jefe contó lo acaecido hablándoles así:
- Nguenechén ha bajado a la tierra para salvarnos. Seguiremos sus consejos y nos alimentaremos con el fruto del árbol sagrado, que sólo a él pertenece.
Enseguida comieron en abundancia piñones hervidos o tostados, haciendo una gran fiesta.
Desde entonces desapareció la escasez y todos los años cosechaban grandes cantidades de piñones que guardaban bajo tierra y se mantenían frescos durante mucho tiempo.
Aprendieron también a fabricar con los piñones el chahuí, bebida fermentada.
Cada día, al amanecer, con un piñón en la mano o una ramita de pehuén, rezan mirando al sol:"A ti de debemos nuestra vida, y te rogamos a ti, el grande, a ti nuestro padre, que no dejes morir a los pehuenes. Deben propagarse como se propagan nuestros descendientes, cuya vida te pertenece, como te pertenecen los árboles sagrados".

miércoles, 30 de junio de 2010

La leyenda de la Mutisia


"Hace mucho tiempo, en la zona del volcán Lanín, existían dos tribus enemigas irreconciliables que guerreaban a menudo y se guardaban mucho rencor.
Un día, el joven hijo del Cacique de una de las tribus y la hija del Cacique de la otra se enamoraron locamente. Pero dado el intenso odio que existía entre las familias, no podían tratarse a menudo y verse abiertamente.
Una oscura noche, la machi (hechicera), vigilaba junto al rahue (altar) mientras se realizaba el Nguillatún. De repente rompió el silencio el graznido del pun triuque (chimango de la noche). La machi se estremeció, pues sabía que ese era un grito de mal presagio.
Miró a su alrededor y escuchó un ruido sospechoso. Observando atentamente, vió a la querida hija del cacique que escapaba sigilosamente con el hijo del cacique enemigo. En ese momento la machi se dio cuenta que ese era el peligroso suceso anunciado por el pájaro agorero.
La machi creía que esa acción merecía ser castigada, pero antes de comunicar al padre la fuga de su hija, consultó con el pillán o deidad de su devoción: – ¿Debo o no dar parte de rapto al padre de la niña ?
Sí contestó el Pillán.
La machi corrió al toldo del cacique y delató la fuga. Enseguida se escuchó por segunda vez el alarmante grito del pun triuque.
El padre, muy enojado, ordenó la persecución y captura de los enamorados que pronto fueron apresados, juzgados y condenados a muerte.
Ambos jóvenes fueron atados a un poste y con lanzas y machetes todos se arrebataron contra ellos dándoles la más cruel de las muertes.
A la mañana siguiente, los ejecutores de este bárbaro crimen, quedaron asombrados al ver que en el lugar del suplicio de los jóvenes enamorados, habían nacido unas flores de pétalos anaranjados nunca vistas.
¡Quiñilhue! – gritaron los primeros que la vieron, y con ese nombre, “quiñilhue” se conoce la flor que produce una enredadera que se abraza y trepa por los árboles, como se abrazan los jóvenes enamorados.
Avergonzados y arrepentidos, los mapuches empezaron a venerar esa flor llamada Mutisia por los blancos. Las almas de los jóvenes amparados por la Futa Chao en el país del cielo, se amaron por siempre mientras esa delicada flor de pétalos rojos nos recuerda el martirio de los jóvenes dado por los hombres injustos. "

Relato Mapuche de la Creación

♥ La creación de la mujer ♥



"Y entonces llegó el momento para Tunkashila de crear a la mujer. Entonces no había luna. Todavía era el periodo de la sagrada novedad. El sol, de nuevo, llamó a todos los planetas para que se reunieran y cuando todos estaban reunidos, el sol, en un destello brillante, arrancó uno de sus ojos y lo lanzo al viento de su visión hacia un lugar determinado, y ese destello era femenino y se convirtió en La Luna. Y en su nueva orbita, este “planeta-ojo” creó a la mujer.
“Tu eres un planeta virgen una doncella de la Luna. Te he tocado y te he hecho de mi sombra. Quiero que camines sobre la tierra.”
Esto sucedió en la oscuridad en el tiempo de la Luna nueva.
“Como caminaré sobre la Tierra?” preguntó la mujer.
Entonces el Sol creó el poder y la comprensión de la mujer. Utilizó los rayos para hacer un puente entre la Luna y la Tierra y entonces la mujer caminó en el rayo. Su travesía le llevo mucho, mucho tiempo.
Entonces el Creador del Universo ya había creado al hombre y a la mujer y les había dado a cada uno de ellos poderes diferentes que nunca han sido cambiados. Instruyó a la mujer en sus tareas y de lo que ella aprendería de sus sueños, de sus visiones, de sus poderes especiales de mujer.
El Gran Espíritu ha creado al hombre y a la mujer para ser el uno para el otro, pero no de inmediato. Tienen que hacer contacto lentamente, acostumbrarse el uno al otro, entenderse el uno al otro para que su cariño perdure.
Tunkashila arrojó sangre dentro de la mujer. Ella caminó en el rayo pero también caminó en una vena de sangre que iba desde la Luna a la Tierra. Esta vena era un cordón, un cordón umbilical que se introdujo en su cuerpo y a través del cual ella está siempre en conexión con la Luna. Y nueve meses de creación fueron dados a ella, y el Espíritu le dijo:
“Tu eres la vigilante de las generaciones. Eres la que da vida. Serás la portadora del Universo”
(Leonard Crow Dog en su visión de la Creación, del Génesis Sioux) Mary Brave Bird. "

De Russell Means


"La única posible apertura para un discurso de este tipo es que detesto escribir. El proceso en si mismo personifica el concepto Europeo del pensamiento “legitimo”, lo que está escrito tiene una importancia que es negada a las palabras. Mi cultura, la cultura Lakota, tiene una tradición oral, por lo que habitualmente rechazo escribir.
Esta es una de las maneras del mundo blanco de destruir las culturas de los pueblos no-europeos mediante la imposición de una abstracción sobre la relación oral de un pueblo.
Por lo tanto lo que tú lees aquí no es lo que yo escribí, es lo que dije y alguien escribió.
Permitiré esto porque parece que la única manera de comunicarse con el mundo blanco es a través de las hojas secas y muertas de un libro.
No me importa si mis palabras llegan o no a los blancos, porque ya han demostrado en el transcurso de su historia que no son capaces de escuchar ni de ver. Sólo de leer."

"“Ser” es una propuesta espiritual. “Ganar” es un acto material.
Tradicionalmente los Indios Americanos han intentado siempre el “ser” mejores personas y parte de este proceso espiritual reside en compartir la riqueza y rechazarla para no “ganar” . La ganancia material es un indicador de falso estatus entre la gente tradicional mientras que esto mismo es para los europeos, la prueba de que el “sistema funciona”.
Claramente tenemos dos puntos de vista totalmente opuestos, y el Marxismo está mucho más lejano aún del punto de vista del Indio Americano."
"La tradición materialista europea de despiritualizar el Universo es muy similar al proceso mental que deshumaniza a otra persona."
"Lo más importante, es quizás el hecho de que los europeos no sienten el sentido de pérdida en todo esto. Después de todo, sus filósofos, han despiritualizado la realidad, así que para ellos no existe la satisfacción de emocionarse simplemente en observar la maravilla de una montaña o un lago o en observar simplemente a las personas “ser”, vivir. No, porque la satisfacción para ellos se mide en términos de ganar material. Así que la montaña se convierte en “calderilla” y el lago se convierte en el liquido refrigerante de una fábrica, y las personas son acorraladas para ser “procesadas” en el molino del adoctrinamiento, o lo que los europeos llaman escuelas. "

Russell Means

Silencios

"Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras.
Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio, y ellos nos transmitieron ese conocimiento a nosotros. Observa, escucha, y luego actúa, nos decían. Ésa es la manera de vivir.
Observa a los animales para ver cómo cuidan a sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente quietos, y entonces aprenderás. Cuando hayas observado lo suficiente, entonces podrás actuar.
Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando. Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar. En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos, y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman "resolver un problema". Cuando están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir.
A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte. Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero no voy a interrumpirte. Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario, simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No hay nada más que decir. Pero eso no es suficiente para la mayoría de la gente blanca.
La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para escucharla.
Existen muchas voces además de las nuestras. Muchas voces."

De "Neither Wolf nor Dog. On Forgotten Roads with an Indian Elder" Kent Nerburn.
New World Library, 1994

Plegarias Sioux

Oh, Gran Espíritu cuya voz oigo en el viento
y cuyo respiro da vida a todo el universo:
Óyeme. Soy pequeño, débil, uno de tus muchos hijos.
Déjame pasear en la belleza y permíteme
que mis ojos siempre puedan contemplar
el rojo y el púrpura de la puesta de sol...
Haz que mis manos respeten las muchas cosas
que tú has creado
y agudiza mis oídos para que pueda oir tu voz.
Hazme sabio para comprender todas las lecciones
que tú has escondido detrás de cada hoja y de cada roca.
Dame fuerza, no para ser más fuerte que mi hermano
sino para luchar contra mi peor enemigo: yo mismo.
Hazme siempre listo para ir ante ti
con las manos limpias y la mirada recta
para que cuando la luz se desvanezca
como se desvanece la puesta de sol
mi espíritu pueda llegar ante ti sin ninguna vergüenza...

El espíritu nunca nació
el espíritu nunca cesará de ser
nunca hubo un tiempo en que no existió.
El fin y el principio son sueños.
Sin nacimiento, sin muerte y sin cambios
el espíritu permanece eterno.
La muerte no lo afecta
aunque parezca su morada...



martes, 29 de junio de 2010

Enseñanzas Tsalagi


Tres principios fundamentales: intención, compasión y recto obrar. En cada instante, en cada relación, con los demás, con la naturaleza, con el universo.
Las enfermedades y los sufrimientos provienen de la discordia con el padre o la madre interiores, la falta de desarrollo del potencial, contaminar o romper la armonía de algún lugar sagrado, no cumplir los compromisos, no seguir la visión del Gran Espíritu.
Sin espiritualidad no es posible la armonía. Abrir el corazón y entrar en la belleza, dejar que circule...
Todos tenemos un propósito, una misión que cumplir...

Wannabes

"Mucha gente, personas que aparentemente se preocupan y sienten la trágica historia de la lucha del pueblo indio en los últimos siglos por sobrevivir, cometen un error al intentar "convertirse" en indios, o al menos convertirse alguien con una experiencia india. Entre otras cosas romantizan, estereotipan al indio e intentan reforzar su propia identidad apropiándose de creencias y valores indios. En el proceso, distorsionan la realidad de la gente que ellos dicen respetar y amar y lo único que consiguen en este proceso es convertirse en reflejo de sus propias necesidades"


Rebeca Cortina

Mbya Guaraní 4

Mbya Guaraní 3

Mbya Guaraní 2

Mbya Guaraní 1